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martes, 24 de mayo de 2011

El fracaso del Dr. Gilbertman....supongo como e-medico.


He esperado más tiempo del que debería para no tener que pronunciar ésto.

Pero visto lo visto, como cualquier Zapatero que se precie, salgo a la palestra para confesar mi fracaso.

El 10/02/2011 puse en marcha una una forma nueva de comunicación dirigida a mis pacientes.

Basándome en compañeros como @doctorcasado y @drcasado que lo habían puesto en funcionamiento, decidí que era un día como otro cualquiera para poner a disposición de los pacientes de mi cupo tres opciones de contactar conmigo.

Primera; desde este blog.

Segunda; a través del e-mail doctoroscargarciaresa@gmx.es

Y tercera; via twitter con mi seudónimo @Gilbertman001.

Bien, pues 3 meses y 14 días después, puedo decir sin temor a equivocarme que esta forma de comunicación ha sido un absoluto fracaso.

¿Causas?

No lo sé con seguridad.

Primera y quizás la más importante, puede ser que no he publicitado bien mi producto.
Puse un cartel visible para que la gente lo leyera.
Y al que me preguntaba sobre este tema, yo le respondía.

Hace una semanas expresé en twitter que no funcionaba, e @inesbajo, muy amablemente, me comentó que porqué no lo comentaba también en la misma entrevista médica, dirigiéndome a los acompañantes más jóvenes.

He de reconocer que a veces se me ha olvidado de decirlo, con las prisas.

Pero las veces que lo he hecho, tampoco ha surtido efecto.

La segunda razón, puede ser el nivel sociocultural de mi cupo.
Sin ser el mayor de mi Centro de Salud, si es de los que mas ancianos posee.
Y además trabajo en un pueblo, que aunque no tiene un nivel cultural bajo, tampoco es excesivamente alto.

Y tercero, y último, todavía la gente desconfía, creo que es así en mi caso, de mantener un contacto conmigo a través de la 2.0.

Para que veáis hasta dónde llega el ridículo, solamente UN paciente ha publicado una opinión a un artículo del blog.

Este mismo paciente además me comentó en la consulta que me mandó un correo electrónico que no sé porqué, no me llegó.

Y ya está.
Se acabó.
Ningún mensaje más.
Ni comentario.
Nada.

En fin, a vuestra disposición sigue.
No sé, a lo mejor despega esta forma de comunicación algún día.

Que no digan que al menos no lo intenté.